 |
| Es primordial tener su propio espacio |
Muchas veces los demás nos invaden, nos absorben con sus exigencias. Condicionados por la expectativa, por las aspiraciones con que nos programaron, teleguían nuestros deseos. Nosotros somos los que debemos ejecutar las tareas que los demás proponen. De repente nos sentimos con las manos vacías, desapareció nuestro espacio vital, tan necesario para nuestra autorrealización. Se han apoderado de el sin que nos diéramos cuenta, y cuando tratamos de reaccionar estamos totalmente invadidos. Como tierra de nadie, comenzamos a pertenecer a los demás: a la sociedad, al club, a las cámaras, al gobierno, a la iglesia, etc. De repente ya no nos pertenecemos. De todas partes hay manos que se extiende, hay voces que nos llama, hay compromisos, y exigencias que nos reclaman. Y nos esforzamos en servir, en atender, en preocupaciones por nosotros, siempre por los otros.
Muchas veces los demás nos invaden, nos absorben con sus exigencias. Condicionados por la expectativa, por las aspiraciones con que nos programaron, teleguían nuestros deseos. Nosotros somos los que debemos ejecutar las tareas que los demás proponen. De repente nos sentimos con las manos vacías, desapareció nuestro espacio vital, tan necesario para nuestra autorrealización. Se han apoderado de el sin que nos diéramos cuenta, y cuando tratamos de reaccionar estamos totalmente invadidos. Como tierra de nadie, comenzamos a pertenecer a los demás: a la sociedad, al club, a las cámaras, al gobierno, a la iglesia, etc. De repente ya no nos pertenecemos. De todas partes hay manos que se extiende, hay voces que nos llama, hay compromisos, y exigencias que nos reclaman. Y nos esforzamos en servir, en atender, en preocupaciones por nosotros, siempre por los otros.
¿Y nosotros? …. ¿Tú y yo? ¿Qué tiempo nos queda? ¿Cuál es nuestro espacio?
Tiempo para uno mismo…. ¡Debemos preservar nuestro espacio vital!
No hay comentarios:
Publicar un comentario