Cada
dificultad de la vida nos ofrece una oportunidad para mirar hacia nuestro
interior, y encontrarnos con nuestros
propios recursos como individuos.
Las
tribulaciones que enfrentamos y soportamos en un momento o etapa, pueden y
deben darnos fortalezas. Ante
cualquier evento o situación negativa, debemos ver más allá del incidente
mismo, necesitamos enfocarnos en sacar el mayor provecho de ese incidente
negativo. No podemos reaccionar de forma
caprichosa, debemos buscar dentro de nosotros mismos, posiblemente tengamos
fortalezas sobre las cuales no hemos estado conscientes, la resistencia o el autocontrol, pueden ser
algunas de ellas.
Con
el transcurrir del tiempo y los eventos, iremos desarrollando el hábito de
sacar los mejor de nosotros mismos para enfrentar las situaciones que se nos colocan
al frente de nuestras vidas.